12 enero 2009

Las maquinas de guerra y la arquitectura - por Jorge Mele

Concebidas y construidas con racionalidades en algunos casos similares, pero con claras finalidades diferenciadas, las primeras están preparadas para la destrucción y la segunda para la vida.(mas texto e imagenes en el articulo completo)

Esta ultima, la arquitectura, permanece configurando el marco habitativo donde la cultura se manifiesta, en tanto que las maquinas de guerra se desplazan elusivamente asediando ese “blanco blando” que toda construcción ofrece.
Tanques de guerra, helicópteros y aviones mapean territorios que han de ser dominados, controlados o simplemente desvastados.Las dinámicas contemporáneos de la destrucción están contenidos por su disposición serial a la sistemática operación localizada sobre los lugares y el paisaje.Como escenario de la barbarie este nuevo ejemplo de impunidad internacional, Gaza es un nuevo testimonio de irracionalidad y de crisis moral de una civilización que lamentablemente no ha dejado de agredirse a si misma.Las imágenes de la destrucción, del dolor, de la ruina marcan el registro político de la insensatez que plantean las obstrucciones para el logro de mejores acuerdos humanitarios.
La arquitectura yace como destruidos espacios cuyas huellas de memoria hablan de ámbitos donde las relaciones sociales se consolidaban.La vieja metáfora de la “máquina de habitar” trágicamente ha sido transformada por las maquinas de guerra en recintos de la muerte.Paradójico transito de la tan citada referencia a la máquina, estas las de la guerra ,pertrechadas para la destrucción, en minutos y segundos son capaces de borrar años de construcción social.Lo simbólico, lo cultual, poco importan cuando la ideología de “misión” y los objetivos están fijados.
Las estructuras expuestas producto de los bombardeos en los edificios, el muro horadado por el impacto de los obuses, el paisaje desolado de la no vida, las gigantescas columnas de humo rivalizando con el contorno montañoso son el testimonio de esta nueva escalada del horror.Atónita y perpleja la comunidad internacional se manifiesta tardíamente desde sus instituciones anquilosadas, la gente en las plazas, los más lúcidos artistas como Baremboim o Brian Eno-que también es arquitecto-piden la paz.
Las máquinas de guerra son ubicuas, cambiantes sus desplazamientos presagian la muerte, los sistemas informáticos mas sofisticados las sustentan, estas casas de un exiguo territorio donde ha sido confinado un pueblo solamente ostentan su abigarrado tejido edilicio resultado de una voluntad de ser histórica.El laceramiento de su arquitectura, tan austera como adusta es el correlato de los ideológicamente incorrectos daños colaterales.Los arquitectos lo sabemos donde hay arquitectura y ciudad hay vida y cultura, pero cuando las máquinas de guerra se ponen en funcionamiento por las decisiones de los hombres, asimétricas fuerzas se conjugan instalando el miedo, los odios y la muerte.


ARQ.JORGE S.MELE

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deberíamos al menos intentar, cada uno desde su lugar, develar los verdaderos motivos que llevan a acciones de este tipo. De todas maneras, interesante visión de la guerra y la arquitectura.

Arq. Martin Arevalo
http://martin-arevalo.blogspot.com/

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