En los últimos 10 días no todas son malas noticias en Nueva York (ya es difícil no pensar en el papel de la construcción en la reciente crisis financiera; hasta el nombre Wallstreet nos habla de arquitectura).
Luego del desplazamiento hacia el oriente de las energías productivas y creativas y por lo tanto, el media-hype mundial respecto a la producción de infraestructura y arquitectura ideada casi exclusivamente por una constelación de starchitects; Nueva York, metrópolis y congestión vuelven a ser motivo de atención de los referentes de la disciplina.
En solo 12 dias, vieron la luz 2 desarrollos inmobiliarios highrise; por un lado el primer edificio de OMA en NY, "23 East 22nd Street" y luego, el "56 Leonard Street" de los suizos Herzog & DeMeuron. (mas texto e imagenes en el artículo completo) ------
Ya no sorprende ni escandaliza el valor de venta de este tipo de desarrollos (de 3.5 a 50 millones de dolares por unidad), una vez comprendido que como cualquier comodity, el realstate y el diseño de autor cotizan en mercados mundiales, sumada a la elección de dos estudios en picos de popularidad luego de soberbias intervenciones en los juegos de China.
Lo interesante de estas intervenciones en relación a toda la obra "de-espectaculo" no parece ser el "qué", sino el "cómo"; esto es, las condiciones particulares de los diversos procesos proyectuales enmarcados en realidades legales, constructivas y simbólicas.No solo reafirman a la metropolis como el medio del arquitectura, sino que nos demuestran que todavía existe potencial inexplorado aun en medios restrictivos como la ciudad hiperdensa y sus usos. Precisamente la potencia de estos proyectos se logra mediante el despliegue de posibilidades y alternativas que brindan los códigos de construcción en términos (simbólicos e imaginarios)de determinación estructural y un continuo replanteo de sus usos y funciones, constantemente generando indeterminaciones programáticas ya no como procesos o búsquedas, sino como finalidades internas y externas.
Siguiendo el manifiesto retroactivo Delirious..;las categorías estáticas de grilla, cisma y lobotomía se redefinen en estos edificios.
Para otro momento quedara la reflexión sobre la pertinencia de cierta imagen "inestable" de ambas construcciones , quiza metáfora de la situación financiera que tiene como epicentro a la capital del mundo (aunque la crisis hipotecaria pareciera ser un subproducto del sprawling)
Ahora , el mismo Koolhaas presagiaba el fin del rascacielos como tipología (ya se desdijo con su CCTV) y no caben dudas de que ambos ejemplos proponen una revisión del typo como matriz generadora de la obra arquitectónica; lo novedoso en este caso es que ya no se trata de una torre en el desierto ni al borde de una laguna nórdica, sino de rascacielos.. en Nueva York.
Godzilla y Bin Laden, de parabienes.
fg
01 octubre 2008
sobre OMA y HdM en Nueva York
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