05 julio 2008

Film de la semana #012

IRREALIDAD & ¨CALIGARISMO¨
Crónicas del expresionismo alemán.

¨En esta época sombría de sangrienta confusión, de caos organizado, de
arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada,en estos tiempos en
que la inquietud no abandona nuestras ciudades, en este mundo, inmenso
matadero, al que acudimos llamados por rumores de inminentes violencias
para impedir que un pueblo de miopes, recurriendo a la fuerza bruta, destruya
sus propios instrumentos de trabajo y, con ello, la única posibilidad de ganarse
su pan``
Bertold Brecht, Santa Juana de los Mataderos


Gabinete del Dr. Caligari. R. Wiene. 1919

(sigue con texto y más películas)
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Así como en la pintura, el cine del expresionismo toma una postura antinaturalista,
los escenarios en vez de ambientar la escena en una locación,
reflejan los estados de ánimo de los personajes, o la temática irracional de la
trama.

Abocados en su mayoría a temáticas fantásticas o relatos de terror, los
escenarios transmiten sensaciones de sofocamiento y angustia, pero
principalmente, marcan la disociación entre la realidad y la fantasía. Mediante
fuertes contraluces, sombras, angulaciones particulares de cámara,
acentuación en gestos determinados, maquillajes recargados y otros recursos,
la estética de este período, sostiene una clara negación al relato naturalista y al
positivismo. Ejemplos de este tipo de cine, son El gabinete del Doctor Caligari,
de R. Wiene (1919), Nosferatu, de F. Murnau (1922), El Dr. Mabuse (1922),
Los Nibelungos (1924) y Metrópolis (1926) todas ellas de Fritz Lang, Vampyr y
la Pasión de Santa Juana, de Carl Dreyer.

Este hecho estético, llegó a sobrepasar a la trama misma de las
películas, fenómeno denominado ¨caligarismo¨, debido a que el film de Wiene,
fue el precursor de este movimiento.


Nosferatu 1922

En teatro, las circunstancias fueron similares, donde solo
mencionaremos sintéticamente, la obra de B. Brecht, autor que intentó destruir
el propósito naturalista de ocultar la ficción. En sus obras, es una constante la
voluntad de señalar el carácter ficticio de la representación, para incorporar al
espectador mismo a la obra, y reforzar la misión del teatro de transmitir una
enseñanza. Evidentemente, estas características, conllevan un valor
ideológico, propio de este período, donde al igual que los artistas plásticos, la
motivación del creador, era de vincular al espectador con la obra, devolverle el
arte a las masas. Brecht no escapa al aire apocalíptico y arrebatado de sus
contemporáneos, aún siendo sus temáticos mucho más reales, sin intervenir en
temáticas fantásticas.

¨En esta época sombría de sangrienta confusión, de caos organizado, de
arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada, en estos tiempos en
que la inquietud no abandona nuestras ciudades, en este mundo, inmenso
matadero, al que acudimos llamados por rumores de inminentes violencias
para impedir que un pueblo de miopes, recurriendo a la fuerza bruta, destruya
sus propios instrumentos de trabajo y, con ello, la única posibilidad de ganarse
su pan (…)¨
1

En arquitectura, la búsqueda de formas irreales, la exaltación de la
utopía, cruzadas todas estas intenciones, con un aire místico y mesiánico,
emite desesperadamente el mensaje de voluntad de cambiar la realidad,
modificar las condiciones de la ciudad, y no sólo por una motivación formal, de
reflejar un tiempo moderno, sino como una postura política, de desafió al
status-quo, y al poder establecido. Esto justifica la negación a cualquier norma
o regla, que corrompen cualquier cambio, la exaltación del individualismo como
estrategia artística, la agrupación cultural para llevar la estética moderna al
pueblo.



¨Aprendí una verdad que es válida para todos (…), ¿para qué sirven los
buenos sentimientos si no se traslucen hacia fuera? ¿Qué importa toda la
sabiduría de ustedes, si lo que saben no da frutos? (…) Porque las apariencias
no tienen ningún valor, y no hay acción que pueda considerársela buena si no
constituye una verdadera ayuda.¨2


Las obras utópicas, particularmente de Taut y Finsterlin,
deliberadamente inconstruibles, refugiados en el ejercicio proyectual y en los
manifiestos, demuestra el arrojo de pureza e integridad que le concedían a su
propia obra, cuyo propósito es mayor que la de ser materializada, sino que su
objetivo es, al menos, desafiar la aridez académica, y mostrar un todo irreal,
fantástico, impredecible, donde todo parece posible.

¨(…) que en estos tiempos de humanidad deshumanizada, que nada
parezca natural, que nada parezca imposible de cambiar.¨3


1 Bertold Brecht, Santa Juana de los Mataderos. 1931. Ed. Nueva Visión
2 Bertold Brecht, Santa Juana de los Mataderos. 1931. Ed. Nueva Visión
3 Bertold Brecht, Santa Juana de los Mataderos. 1931. Ed. Nueva Visión

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